CERCA DE 80 PERSONAS SORDOCIEGAS ASISTEN A LAS XV CONVIVENCIAS NACIONALES DE ASOCIDE

La Asociación de Sordociegos de España ha vuelto a celebrar del 11 al 14 de septiembre de 2014 las convivencias a nivel nacional en la que las 78 personas Sordociegas, sus guías-intérpretes, voluntarios y acompañantes han disfrutado de unos días de actividades de ocio y tiempo libre de una manera totalmente accesible y adaptada a sus necesidades en la ciudad de Salamanca y alrededores.

El jueves 11 de septiembre se estableció la cena en el hotel de Villamayor como punto de encuentro de todas las personas Sordociegas llegadas de distintos puntos del país. Después de los primeros abrazos y reencuentros, tras la cena, el presidente de ASOCIDE, Francisco Trigueros, dio un discurso de bienvenida a todos los asistentes.

El presidente señaló el éxito de participación con la asistencia de 152 personas: 78 personas Sordociegas,  39 guías-intérpretes, 16 personas voluntarias, 12 acompañantes y 2 coordinadoras generales y 5 coordinadoras grupales. Después de las presentaciones, sobre todo de las personas Sordociegas nuevas que nunca habían formado parte de ninguna actividad de ASOCIDE, con la emoción muchos se quedaron charlando y bailando en la sala del hotel.

El viernes comenzó el programa de actividades  con la visita a la localidad de Guijuelo. Allí, nos dividimos en tres grupos, debido al elevado número de participantes, y realizamos tres visitas simultáneas a fábricas de jamón, en las que en todo momento pudimos tocar los productos  y hacer preguntas sobre el proceso de curación de la pata de cerdo y diferentes embutidos ibéricos.

      

Disfrutamos de una comida en un restaurante de San Miguel de Valero y después nos dirigimos a la localidad de La Alberca. Su alcalde, Jesús Pascual, nos recibió en el teatro de la localidad, donde nos hizo un breve resumen de la historia del pueblo, sus costumbres y tradiciones y él mismo  se encargó de enseñarnos sus calles. Muy interesante fue la entrada a la Casa Museo Sátur Juanela, en la cual pudimos tocar los utensilios típicos de una casa antigua albercana. El día acabó disfrutando de una velada en el hotel de charlas, teatro, chiste y bailes.